Una relación saludable es aquella basada en los principios de confianza y respeto mutuo. Si has iniciado recientemente o estás en una relación en la que pesan más el control y los celos, y aparecen algunos de los comportamientos que citamos a continuación, te recomendamos estar alerta y actuar. No permitas esta situación, ya que podría ser el comienzo de una relación de maltrato.
.jpg)
A continuación se presentan algunos de los principales signos que podrían indicar la presencia de violencia de género:
1. Signos físicos. Pueden incluir lesiones visibles, como moretones, cortes, fracturas o quemaduras. Estos signos pueden aparecer de forma repetitiva o recurrente.
2. Aislamiento social. La víctima puede mostrar signos de aislamiento social, evitando la interacción con amigos, familiares o compañeros de trabajo. Esto puede ser resultado del control ejercido por el agresor.
3. Cambios en el comportamiento. La víctima puede presentar cambios significativos en su comportamiento, como ser más callada, temerosa o nerviosa en presencia del agresor, o mostrarse sumisa y aplacadora para evitar conflictos.
4. Control y dominación. El agresor puede ejercer un control excesivo y utilizar tácticas de manipulación para dominar y subordinar a la víctima. Esto puede incluir restricciones de su libertad, controlar sus acciones o limitar sus contactos sociales.
5. Baja autoestima. La víctima puede mostrar signos de baja autoestima, inseguridad o sentimientos de culpa. El agresor puede desvalorizar constantemente a la víctima y hacerla sentir responsable por la violencia que sufre.
6. Cambios emocionales y psicológicos. La víctima puede experimentar cambios en su estado emocional, como depresión, ansiedad, miedo constante o cambios de humor repentinos. También pueden aparecer trastornos del sueño o problemas de alimentación.
7. Control económico. El agresor puede controlar los recursos económicos de la víctima, limitando su acceso al dinero o impidiendo que trabaje o tenga independencia financiera.
8. Abuso verbal y psicológico. El agresor puede utilizar insultos, humillaciones, amenazas o chantajes para ejercer poder y control sobre la víctima. Esto puede socavar su autoestima y generar un ambiente de constante miedo y tensión.
9. Vigilancia constante. El agresor puede mostrar comportamientos de vigilancia excesiva, como revisar los mensajes de la víctima, rastrear su ubicación o controlar sus movimientos de forma invasiva.
10. Agresión sexual o coerción. La violencia de género puede incluir también agresiones sexuales o coerción, como abusos sexuales, violaciones o forzar a la víctima a realizar actos sexuales sin su consentimiento.
Puedes rellenar el siguiente formulario de contacto, estaremos encantados de atenderte.
